Creo que hay una afinidad natural por las banderas. Veo el producto como un medio para poder dar vida a las ideas de la gente, para representar de forma tangible algo abstracto que tenga un significado para ti. Consigues un paquete de banderines de la colección de banderines de una persona determinada, que cuenta la historia de la vida de esa persona.

Empecé la empresa con uno de mis mejores amigos. Nos encontramos con la venta de unas propiedades y con un banderín antiguo. Dije: «¿Dónde se puede hacer uno de estos?» y se encogió de hombros.

Nuestra idea comercial original era hacer banderines relacionados con Búfalo. Queríamos llevarlos a los festivales de Búfalo y, con suerte, ganaríamos suficiente dinero para comprar cerveza después del festival.

La gente veía nuestra cuenta de Instagram y decía: «Oye, son realmente geniales». No sabía que ya no los hacía nadie. ¿Puedes hacerlos con el nombre de mi hijo? ¿O con el nombre de mi escuela? ¿O con el nombre de mi ciudad? Y seguimos diciendo que sí.

En ese momento, la empresa pasó de ser una idea a algo real. Todavía me sorprende.

Si uno observa los banderines más antiguos, se da cuenta de que están hechos artesanalmente. No se fabricó ninguno con tecnología industrial. La mayoría de gente simplemente cogía unas tijeras o el equipo de corte de la época, cortaba el triángulo, y con aguja e hilo lo cosía.

Tenemos el referente definitivo, el material antiguo. Si podemos hacerlo tan bien como lo hicieron los creadores de principios del siglo XX, querrá decir que lo estamos haciendo bien.

Al principio, compramos nuestra Cricut para asegurarnos de que sabíamos lo que estábamos haciendo antes de salir al mercado y empezar a decir: «Está bien, podemos hacer esto. Vamos a contratar más gente. Vamos a comprar equipos más grandes».

Pensé que era lo mejor.

Cricut es básicamente una versión pequeña de una máquina de corte industrial de gran calidad, pero en realidad Cricut es el complemento perfecto para una máquina más grande, porque la usamos principalmente para la creación de prototipos. Un cliente puede solicitar una muestra, porque quiere ver un ejemplo de cómo será una pieza antes de realizar un pedido de mil unidades.

Cricut nos da la oportunidad de poner en marcha el proyecto, cortar las piezas y pasar a la siguiente fase de producción.

Hace unas semanas, hubo un caso en el que tuvimos un parón en la máquina más grande, llamé a Carly y le pregunté: «¿Podemos sacarlo con Cricut?»

Para los pedidos urgentes que teníamos que enviar, la respuesta suele ser: «¡Sí!»

Puede que no sea la actividad más rentable del mundo, pero siempre ha sido muy importante para mí que cualquiera pueda tener un Oxford Pennant. A medida que nuestra empresa alcanza nuevas cotas, creo que si podemos crear un producto especial para una persona y podemos generar una producción suficiente, tendremos un negocio a largo plazo que durará décadas.